Aharon ha dedicado toda su vida a criar a su hijo Uri. Viven juntos en una rutina amable, lejos del mundo real. Pero Uri es autista y ya es lo suficientemente adulto para residir en un hogar especializado. De camino a la institución, Aharon decide escaparse con su hijo y echarse con él a la carretera, sabiendo que Uri no está preparado para la separación. Aunque quizá sea el padre el que no está preparado.
"Magníficas interpretaciones y perspicacia (...) Un ejemplo perfecto de cómo una historia se vuelve paradójicamente más universal cuando trata de personas y lugares específicos (…)"
★★★★
Leslie Felperin: The Guardian