CINEMANIA *****
FOTOGRAMAS ****
EL PERIÓDICO DE CATALUÑA ****
LA VANGUARDIA ***
ABC ***
LA RAZÓN ***
Dos actores y un director novel en estado de gracia. (Rolling Stone)
Medalla de oro para Marques-Marcet. Una carrera de fondo y forma. (Cinemanía)
Dos actores que se exhiben y un guión clarividente. (Fotogramas)
Una película de planteamiento aparentemente sencillo, pero de larguísimo alcance. (Fotogramas)
Funde tradición y renovación. (Caimán Cuadernos de Cine)
Pertinente y certera actualización del conflicto de los amantes separados por la distancia geográfica. (El Periódico de Cataluña)
Opera prima de alto riesgo, y excelente resultado. (La Vanguardia)
Invita a reflexionar. Una película muy apropiada para indagar en la naturaleza humana. (La Vanguardia)
La medida exacta del cine. (El Mundo)
Irresistible. (El Mundo)
Un depurado ejercicio de cine con las herramientas más básicas del propio cine, y una brillante, lúcida y rigurosa reflexión sobre la difícil conjugación del verbo amar. (El Mundo)
La pareja protagonista es espléndida. (ABC)
La gran química entre ambos actores, clave para sostener la película. (La Razón)
Un excelente retrato sobre cómo, en ocasiones, sólo con el amor no basta. (La Razón)
Una dirección milimétrica, un dramático guión lleno de recovecos y dos intérpretes en estado de gracia. (Guía del Ocio)
Una película oscura, pero muy emotiva al mismo tiempo: fría, pero llena de amor. (eCartelera)
La película del momento. (KULTURALDIA)
Una historia de amor y desamor a través de las nuevas tecnologías. (Imágenes de Actualidad)
Una química que traspasa la pantalla. (RTVE.es)
Esconde un trabajo preciso y un mecanismo que se percibe afinado al milímetro, aunque sólo si te paras a pensarlo. Es, por eso, una pequeña joya que crece a medida que tomas distancia temporal y vas cayendo en la cuenta de sus capas. (RTVE)
Un filme que a pesar de su sobriedad encierra una emocionante historia. (Cine 2000)
El guión y la interpretación consigue bucear en lo más profundo de los sentimientos, integrando la fría tecnología como la herramienta más humana parae mantener vivo el amor. (AS)